|
Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada, como revistas especializadas, monografías, prensa diaria o páginas de Internet fidedignas.
Puedes añadirlas así o avisar al autor principal del artículo en su página de discusión pegando: {{subst:Aviso referencias|Cáncer}} ~~~~ |
|
Este artículo o sección tiene un nivel técnico muy alto para lectores que no son expertos en el tema.
Si puedes, por favor edítalo
y contribuye a hacerlo más accesible para el público general, sin
eliminar los detalles técnicos que interesan a los especialistas. |
A diferencia de las células no cancerosas, las células con cáncer evitan la muerte celular, llamada
apoptosis.
El
cáncer es un conjunto de
enfermedades
en las cuales el organismo produce células anormales derivadas de los
propios tejidos, más o menos parecidas a las originales de las que
proceden, y que pueden comportarse de diferentes modos, pero que en
general tienden a llevar a la muerte a la persona que proceden sin el
tratamiento adecuado.(célula cancerígenas o cancerosas)cuya malignidad
es variable según órganos y sistemas. En general se caracterizan por
escapar al control reproductivo que requería su función original,
perdiendo sus capacidades originales, y con el tiempo, adquiriendo otras
que no les corresponden, invadiendo de forma progresiva y por distintas
vías órganos próximos, o incluso a distancia por vía linfática o
hematógena (por la sangre)con crecimiento y división más allá de los
límites normales. (invasión del
tejido circundante y, a veces,
metástasis).
1 La metástasis es la propagación a distancia, por vía fundamentalmente
linfática o
sanguínea, de las células originarias del cáncer, y el crecimiento de nuevos
tumores
en los lugares de destino de dicha metástasis. Las diferencias entre
tumores benignos y malignos son en lineas generales que los primeros
cursan como una molestia mayor o menor y los segundos terminan acabando
en un periodo variable de tiempo, sin correcto tratamiento con la vida
del paciente hospedador del mismo.Los tumores benignos pueden recurrir
localmente en ciertos casos de cirugía u otros tratamientos incompletos,
pero no suelen dar metástasis a distancias ni matar al portador
(Existen algunas excepciones). Las células normales al sentir el
contacto con las células vecinas inhiben la reproducción, pero las
células malignas no tienen este freno. La mayoría de los cánceres forman
tumores pero algunos no (como la
leucemia).
El cáncer puede afectar a todas las edades, incluso a fetos, pero el
riesgo de sufrir los más comunes se incrementa con la edad. El cáncer
causa cerca del 13% de todas las muertes. De acuerdo con la
Sociedad Americana del Cáncer, 7,6 millones de personas murieron de cáncer en el mundo durante
2007.
El cáncer es causado por anormalidades en el material
genético de las células. Estas anormalidades pueden ser provocadas por distintos agentes
carcinógenoss, como la
radiación (
ionizante,
ultravioleta,
etc), de productos químicos (procedentes de la industria, del humo del
tabaco y de la contaminación en general, etc) o de agentes
infecciosos(virus del papiloma humana, del linfoma de Burkitt). Otras
anormalidades genéticas cancerígenas son adquiridas durante la
replicación normal del
ADN, al no corregirse los errores que se producen durante la misma, o bien son
heredadas
y, por consiguiente, se presentan en todas las células desde el
nacimiento (causando una mayor probabilidad de desencadenar la
enfermedad). Existen complejas interacciones entre el material genético y
los carcinógenos, un motivo por el que algunos individuos desarrollan
cáncer después de la exposición a carcinógenos y otros no. Nuevos
aspectos de la
genética del cáncer, como la
metilación del ADN y los
microARNs, están siendo estudiados como importantes factores a tener en cuenta por su implicación.
Las anormalidades genéticas encontradas en las células cancerosas pueden ser de tipo mutación puntual,
translocación,
amplificación, deleción, y ganancia/pérdida de todo un
cromosoma.
Existen genes que son más susceptibles a sufrir mutaciones que
desencadenen cáncer. Esos genes, cuando están en su estado normal, se
llaman
protooncogenes, y cuando están mutados se llaman
oncogenes.
Lo que esos genes codifican suelen ser receptores de factores de
crecimiento, de manera que la mutación genética hace que los receptores
producidos estén permanentemente activados, o bien codifican los
factores de crecimiento en sí, y la mutación puede hacer que se
produzcan factores de crecimiento en exceso y sin control.
El cáncer es generalmente clasificado según el
tejido a partir del cual las células cancerosas se originan. Un
diagnóstico definitivo requiere un examen
histológico, aunque las primeras indicaciones de cáncer pueden ser dadas a partir de
síntomas o
radiografías.
Muchos cánceres pueden ser tratados y algunos curados, dependiendo del
tipo, la localización y la etapa o estado en el que se encuentre. Una
vez detectado, se trata con la combinación apropiada de
cirugía,
quimioterapia y
radioterapia.
Según investigaciones, los tratamientos se especifican según el tipo de
cáncer y, recientemente, también del propio paciente. Ha habido además
un
significativo progreso en el desarrollo de
medicamentos que actúan específicamente en anormalidades
moleculares
de ciertos tumores y minimizan el daño a las células normales. El
diagnóstico de cáncer en pacientes está, en gran medida, influenciado
por el tipo de cáncer, así como por la etapa o la extensión de la
enfermedad (frecuentemente en estados iniciales suele ser confundido con
otras patologías si no se realizan los
diagnósticos diferenciales adecuados). La clasificación histológica y la presencia de
marcadores moleculares específicos pueden ser también útiles en el diagnóstico, así como para determinar tratamientos individuales.
Conceptos semejantes al cáncer
Neoplasia
El término
neoplasia: significa de acuerdo a sus raíces etimológicas: "tejido de nueva formación".
"Neoplasia" se aplica generalmente a los
tumores malignos
(proliferaciones de células con comportamiento rebelde); aunque puede
emplearse de manera genérica, donde significará simplemente "tumor".
Las enfermedades o lesiones cuyos nombres tienen el sufijo
oma indican neoplasia, como por ejemplo
adenoma,
osteosarcoma,
leiomioma,
lipoma,
melanoma, etc.
Existen, en resumen, dos tipos de neoplasias, que son las benignas o
tumores benignos y las
malignas o cáncer (
neoplasias rebeldes).
Tumor
Inicialmente, el término
tumor, se aplicó a la tumefacción, hinchazón, "bulto" o aumento localizado de tamaño, en un
órgano o tejido. Incluso, el concepto aún se aplica cuando se dice que los cuatro signos cardinales de la
inflamación
son "tumor, dolor, calor y rubor". Con el transcurso del tiempo se
olvidó el sentido no neoplásico de la palabra tumor y en la actualidad
el término es el equivalente o sinónimo de neoplasia; y por lo tanto, se
dice que hay tumores benignos y malignos.
Cáncer
La palabra cáncer deriva del latín, y como la derivada del griego
karkinos
(καρκίνος), significa 'cangrejo'. Se dice que las formas corrientes de
cáncer avanzado adoptan una forma abigarrada, con ramificaciones, que se
adhiere a todo lo que agarra, con la obstinación y forma similar a la
de un cangrejo marino, y de ahí deriva su nombre. Se considera a veces
sinónimo de los términos 'neoplasia' y 'tumor'; sin embargo, el cáncer
siempre es una neoplasia o tumor maligno.
La palabra cáncer, sinónimo de carcinoma, se aplica a las neoplasias
malignas que se originan en estirpes celulares de origen epitelial o
glandular y no a las que son generadas por células de estirpe
mesenquimal (
sarcomas). También se excluyen los tumores de la sangre -es decir, de la médula roja de los huesos- de los
ganglios y otros órganos linfáticos y del
Sistema Nervioso Central.
Los cánceres o carcinomas de mama suponen más del 90% de los tumores
malignos de las mamas, pero al menos nueve de cada diez tumores o bultos
de las mamas no son malignos.
Oncología
El término
oncología proviene del griego "onkos", tumor. Es la parte de la medicina que estudia los tumores o neoplasias, sobre todo malignos.
Nomenclatura del cáncer
Todos los tumores, benignos y malignos, tienen dos componentes básicos en su estructura:
- Las células neoplásicas proliferantes, es decir, las células que forman el tumor propiamente dicho, que constituyen el parénquima.
- Su estroma de sostén, constituido por tejido conectivo y vasos sanguíneos. Se trata de tejidos no tumorales cuya formación ha sido inducida por el propio tumor.
La nomenclatura oncológica se basa en el componente parenquimatoso.
Se usan dos criterios de clasificación: en primer lugar su carácter
benigno o maligno, y en segundo lugar el tejido en el que se forman.
Según el comportamiento de los tumores:
- Tumores benignos: Su nombre acaba en el sufijo -oma; simplemente, y según el origen del tejido del que procedan los tumores benignos, pueden ser: fibroma (tejido conjuntivo fibroso), mixoma (tejido conjuntivo laxo), lipoma (tejido adiposo), condroma (tejido cartilaginoso), osteoma (tejido óseo), hemangioma (vasos sanguíneos), linfangioma (vasos linfáticos), meningioma (meninges), tumor glómico (tejido nervioso de sostén), leiomioma (tejido muscular liso), rabdomioma (tejido muscular estriado), papiloma (tejido epitelial formando papilas), adenoma (tejido glandular), teratoma (células totipotenciales), nevus (melanocitos)
- Algunos de los tumores benignos derivados de tejido epitelial terminan con el sufijo "adenoma"
porque el tejido epitelial de origen forma glándulas, si bien tenemos
que tener en cuenta que existen múltiples excepciones a las normas de
nomenclatura tumoral. Por ejemplo: El tumor benigno de melanocitos se denomina Nevus o nevo, y su forma maligna, Melanoma.
- Tumores malignos o cáncer:
- Los cánceres que derivan de los tejidos mensenquimatosos o mesodermo se denominan sarcomas (del griego sarcos, "carnoso"); por ejemplo: fibrosarcoma, mixosarcoma, liposarcoma, condrosarcoma, osteosarcoma, angiosarcoma, lifangiosarcoma, sinoviosarcoma, leiomiosarcoma, rabdomiosarcoma.
- Las neoplasias malignas de origen epitelial, derivadas de cualquiera de las tres capas germinales del embrión, se denominan carcinomas; por ejemplo: carcinoma epidermoide o escamoso, carcinoma basocelular, adenocarcinoma, cistoadenocarcinoma, coriocarcinoma, carcinoma de pene.
- Los tumores que proceden del tejido nervioso son los gliomas
(realmente no se trata de un tumor derivado de células nerviosas, sino
de uno de los tipos celulares encargados de su sostén, las células gliales, el tejido "conectivo" del cerebro, por así decir).
- Los cánceres hematológicos son los linfomas y las leucemias, siempre malignos (derivados del tejido linfoide y el mieloide respectivamente).
- Los tumores malignos que no cumplen las reglas anteriores y acaban en -oma, son: el melanoma, el hepatoma, el seminoma. También están los mesoteliomas, que se originan en las membranas serosas (pleura, pericardio, peritoneo), y que pueden tener componente epitelial o mesenquimatoso.
Epidemiología del cáncer
Los siguientes son algunos datos
epidemiológicos del cáncer:
- Frecuencia: El cáncer es la segunda causa principal de muerte,
detrás de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, los
fallecimientos por estas últimas están disminuyendo, mientras que las
muertes por cáncer están aumentando. Se estima que a lo largo del siglo XXI el cáncer será la principal causa de muerte en los países desarrollados. A pesar de esto, se ha producido un aumento en la supervivencia de los pacientes con cáncer.
- Para conocer los casos nuevos de cáncer que se diagnostican en una
población a o largo de un periodo de tiempo, se utilizan los denominados
registros poblacionales de cáncer,
los cuales se ocupan de recoger de una forma sistemática, continuada y
estandarizada la información necesaria para obtener datos de incidencia
de cáncer y estudiar su distribución por edad, sexo, características
tumorales, así como su evolución a lo largo del tiempo.
- Causa del cáncer: No se sabe de una causa única y específica, pero
se conocen muchos factores de riesgo que precipitan su aparición o
predisponen a ella. El principal factor de riesgo es la edad o el envejecimiento, ya que dos terceras partes de todos los casos de cáncer ocurren a cualquier edad. El segundo factor de riesgo es el tabaquismo, y los siguientes son: la dieta, el sedentarismo físico, la exposición solar y otros estilos de vida.
Sea como fuera, no es posible pensar en el cáncer como una enfermedad
de causa única, sino más bien como el resultado final de una interacción
de múltiples factores, entre los cuales se incluyen el medio ambiente,
los hábitos alimenticios,
la herencia genética, etc. En la actualidad se realizan infinidad de
estudios epidemiológicos que tratan de buscar asociaciones de toda
índole con el cáncer. Así, por ejemplo, para discernir entre genética y
ambiente (véase lo relativo a natura-nurtura),
existen estudios que comparan la incidencia de distintos tipos de
cáncer en una población de origen con la incidencia de los mismos en una
población emigrante en otro ambiente (cáncer de estómago en Japón con cáncer de estómago en sucesivas poblaciones de emigrantes japoneses en Estados Unidos, por dar un ejemplo).
Morfología del cáncer
Las células tumorales tienen una morfología alterada que depende de la diferenciación y de la
anaplasia.
- La diferenciación celular
de un tumor es el grado en el que las células cancerosas se asemejan a
las células no cancerosas de las que proceden, tanto morfológica como
funcionalmente. Las células sanas que constituyen el organismo están muy
diferenciadas, lo que les permite realizar funciones específicas.
Generalmente, los tumores benignos son bien diferenciados y los tipos de
cáncer varían desde los muy diferenciados hasta los indiferenciados. Un
grado de diferenciación bajo indica que las células tumorales son muy
diferentes a lo que deberían ser para desarrollar las funciones
habituales en el organismo.
- La anaplasia
es la ausencia de diferenciación que conlleva a una falta de
especialización o de función celular y, generalmente, cuanto más
indiferenciado sea un cáncer, más alta es su velocidad de crecimiento.
En general, lo que diferencia un cáncer maligno
de otro benigno, es la capacidad que poseen sus células de lograr una
trasvasación exitosa (o metástatizar), que se define como la capacidad
que posee una célula tumoral de infiltrarse al torrente sanguíneo (o
linfático), mediante la ruptura de moléculas de adhesión celular que
sujetan a las células a la membrana basal, con posterior destrucción de
esta última. Esta característica que se adquiere luego de sucesivas
alteraciones en el material genético celular, donde es común observar cromosomas fragmentados, pérdida de genes
supresores de tumores (como el p53 o el bcl3), receptores de señales
mutados autoinductivos (etapa avanzada de diferenciación), es la que
origina el proceso de metástasis;
es decir, la invasión y destrucción de tejidos. Dicho proceso de
trasvasación posee una escasa eficiencia, que es del orden de 1 en
10.000 casos. La baja eficiencia se debe principalmente a la actividad
del sistema inmunitario.
Por otro lado, cabe destacar que la característica que hace mortales a
los cánceres malignos, comparativamente con los benignos (no mortales),
es la mencionada capacidad de invasión de tejidos, en donde las células
tumorales, generalmente cuando se alojan en el parénquima de un órgano,
destruyen la arquitectura del mismo, siendo, a su vez, sus residuos
metabólicos tóxicos para las células sanas adyacentes, causando la
eliminación de este tipo celular. Una capacidad interesante propia de
células cancerosas invasivas es la producción de vasos sanguíneos
(angiogénesis) para nutrirse, los cuales son los responsables de la
densa red vascular que poseen los tumores (los tumores secretan hormonas
responsables de la formación de extensas redes de capilares y vasos
sanguíneos nuevos). Esta característica le permite al parénquima tumoral
tener un gran aporte de oxígeno y nutrientes, lo cual favorecerá su
crecimiento y proliferación a mayor velocidad y distancia. Esta
capacidad se encuentra generalmente ausente en neoplasias benignas, no
generando típicamente estos factores angiogénicos y en las que además
sus células no poseen la capacidad de trasvasarse, por lo cual es de
esperar que crezcan hasta un determinado tamaño compatible con la
cantidad de nutrientes de que disponen.
En conclusión, según recientes trabajos de investigación, en general,
una única mutación en el material genético celular no es la responsable
de transformar a una célula sana en cancerosa; por el contrario, se
requieren múltiples mutaciones (que a la postre suelen degenerar en
aberraciones cromosómicas), las cuales son generadas ya sea por
sucesivos ciclos replicativos o por factores externos inductores de la
carcinogénesis (químicos, físicos y/o biológicos); en donde exista algún
daño específicamente en la secuencia de
exones
de protooncogenes y de genes supresores de tumores, que son los
encargados de regular el ciclo celular y la muerte celular programada (
apoptosis)
respectivamente [en un lenguaje menos académico la apoptosis es
comparable a un suicidio, con el fin de preservar la integridad celular
del tejido conservando en el mismo solo células sanas]. Cualquier otra
mutación desencadenará en la transcripción de genes p53, p21 y p16
responsables, entre otros, de la apoptosis. De esta manera, es posible
entonces establecer una relación entre envejecimiento y cáncer por las
causas mencionadas, dado a que la mayor parte de los pacientes que
padecen cáncer tienen edades avanzadas, aunque existen patologías
cancerosas típicamente puerperiles, juveniles o del adulto joven. En
etapas tempranas, donde existe una bajo nivel de diferenciación de estas
células, se observa que la frecuencia de replicación es ligeramente
mayor a la esperada; pero, aún en estas condiciones, las células siguen
cumpliendo con las funciones normales propias del tejido. Luego, en
estados más avanzados, es posible detectar cambios en la bioquímica
celular, donde aparecen enzimas y proteínas que no son propias del tipo
celular, como nuevas proteínas canal (usualmente son las responsables de
evacuar selectivamente altas concentraciones de quimioterápicos, y por
ende de generar resistencia a los mismos), presencia de telomerasa,
gradiente continuo (patológico) de segundos mensajeros intracelulares
que participan en la transducción de señales, secuencias promotoras del
ADN dañadas, etc.
Crecimiento tumoral
El crecimiento tumoral tiene las siguientes características:
- Acelerado por un aumento de la división celular que hace que las células tumorales se encuentran en continuo ciclo celular con un exceso de proliferación celular.
- Descontrolado, debido a que no se deja influir por los factores de crecimiento ni otros estímulos externos.
Un estudio español (
Antonio Brú) sugiere que el crecimiento tumoral se puede controlar con factores externos.
Invasión local
La invasión es la capacidad que tienen las células tumorales de
infiltrar o penetrar en los tejidos normales y en los vasos sanguíneos, y
de ahí empezar la metástasis. La invasión es debida a:
- Angiogénesis o neovascularización: Es la capacidad de formar
nuevos vasos sanguíneos por medio de la secreción de factores de
crecimiento, como el factor de crecimiento del endotelio vascular
(VEGF). Los nuevos vasos son indispensables para la nutrición de las
células tumorales y de las metástasis.
- Adherencia celular: Es el anclaje de la célula tumoral por medio de la adquisición de receptores específicos a la membrana basal y a la matriz extracelular. Estos receptores son para integrinas, MAC y caderinas.
- Proteolisis: Es la destrucción de la membrana basal y de la matriz celular mediante la secreción de enzimas, como las colagenasas, que destruyen el colágeno, y así poder abrirse camino entre estas estructuras.
- Movilidad: Es la migración o locomoción de las células
malignas a través de la matriz celular para llegar a un vaso sanguíneo o
linfático, intravasarse, ser transportadas por la corriente sanguínea
hasta lechos capilares distantes, extravasarse, y migrar una cierta
distancia para iniciar la formación de una nueva colonia (metástasis, es
decir, implantes tumorales malignos con las mismas características).
Biología molecular del cáncer
La transformación maligna de las células normales consiste en la
adquisición progresiva de una serie de cambios genéticos específicos que
actúan desobedeciendo los fuertes mecanismos antitumorales que existen
en todas las células normales. Estos mecanismos incluyen:
Carcinogénesis
La carcinogénesis es la formación del cáncer por medio de los
carcinógenos o de enfermedades genéticas.
Genética del cáncer
El cáncer es una
enfermedad genética producida por la
mutación de determinados
genes en una
célula determinada, que adquiere las características del cáncer. Estos genes son de tres tipos:
- Oncogenes: Son genes mutados que promueven la división celular, procedentes de otros llamados protooncogenes(los
cuales tienen una función normal), encargados de la regulación del
crecimiento celular. Su herencia sigue un patrón autosómico dominante.
Suelen ser receptores de membrana (hormonas y otros factores). Hay más
de 100 oncogenes descritos.
- Genes supresores tumorales: Son los encargados de detener la división celular y de provocar la apoptosis.
Cuando se mutan estos genes la célula se divide sin control. Suelen ser
factores de control transcripcional y traduccional. Cuando pierden su
función normal (por deleción, translocación, mutación puntual)se originan tumores.
- Genes de reparación del ADN:
Cuando el sistema de reparación es defectuoso como resultado de una
mutación adquirida o heredada, la tasa de acumulación de mutaciones en
el genoma
se eleva a medida que se producen divisiones celulares. Según el grado
en que estas mutaciones afecten a oncogenes y genes supresores
tumorales, aumentará la probabilidad de padecer neoplasias malignas.
Naturaleza clonal del cáncer (teoría monoclonal)
Los cánceres se originan a partir de una célula única, tras la suma de múltiples mutaciones (de cinco a diez) en el
genotipo para que se transforme en un
fenotipo maligno en el transcurso de varios años, dando lugar a un clon de células, que es el tumor.
Actualmente se acepta la teoría de Sell y Pierce, que promueve que la
mutación, iniciación y la transformación maligna ocurre en la célula
progenitora o "stem cell", debido a un bloqueo de su maduración. Las
mutaciones en células somáticas no resultarían en cáncer, ya que son
células maduras con vida corta y que normalmente van a la apoptosis
antes que nuevas mutaciones puedan desdiferenciarlas.
La agresividad y poder metastásico del tumor va a depender de la
etapa de maduración celular en que se produce la mutación. Los tumores
derivados de una célula madre en maduración precoz metastizarán
rápidamente y tendrán un fenotipo más heterogéneo. Aquellos derivados de
una célula madre en etapa más tardía serán menos metastizantes y de
fenotipo más homogéneo.
Diagnóstico del cáncer
Biopsia
El diagnóstico del cáncer se basa en la
biopsia
del tumor para un estudio histológico, con grado de diferenciación y de
invasión, y para un estudio molecular que determine sus marcadores
biológicos y genéticos.
Test Molecular de marcadores específicos de tejido
Se analizan las características moleculares del tejido originario del
tumor. Aunque su detección no implica necesariamente la presencia de un
cáncer, se ha encontrado relación entre ciertos tipos de cáncer y la
localización anormal de determinadas moléculas en el tejido estudiado,
como por ejemplo:
Test Molecular de marcadores específicos de tumor
Consiste en el estudio de marcadores que no se expresan habitualmente
en una célula normal. Se pueden estudiar marcadores genómicos,
cromosómicos o anomalías génicas en oncogenes o genes supresores de
tumores. Son pruebas más definitivas que las anteriores, pues en todos
los tipos de tumores se encuentran
mutaciones y
translocaciones.
Algunos de los marcadores más estudiados son:
- HER2: receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humanos, perteneciente a las familias de las tirosinas kinasas. Es un oncogén
localizado en el brazo largo del cromosoma 17 (17q21.1). Es esencial
para el crecimiento y división de las células normales, pero se ha
relacionado el cáncer de mama con una sobreexpresión del 25-30% del gen HER2/neu/ERBB2. Se puede analizar mediante estudios de:
-
Inmunohistoquímica, para detectar la cantidad de proteína.
-
Estudios de hibridación:
Western blot,
Northern blot y
Souther blot. De esta forma se correlaciona la sobreexpresión del gen con su amplificación.
-
FISH para detectar el número de copias del gen. Se puede usar también un
CISH como alternativa más económica, aunque de mucha menor calidad.
- EGFR:
receptor 1 del factor de crecimiento epidérmico en humanos, también
llamado HER1. Se encuentra en el brazo pequeño del cromosoma 7 (7p12) y
también pertenece a la familia de las tirosinas kinasas. Algunos de los tratamientos contra el cáncer (Herceptin,Cetuximab) que usan anticuerpos contra estas proteínas sobreexpresadas. Otros tratamientos(Erlotinib) son inhibidores de la actividad tirosina kinasa específica.
- Genes Ras: codifican para proteínas que forman parte de la cascada de fosforilación desde la tirosina kinasa hasta la kinasa mitogénica.
Las mutaciones en K-Ras (12p12) son las más comunes en los cánceres
humanos. Se encuentran en los codones 12, 13, 22 y 61 del gen y
codifican la región que se une a GTP, dejando la proteína activa permanentemente (se activan con la unión de GTP). Dichas mutaciones se pueden analizar mediante SSCP, secuenciación directa, pirosecuenciación, biochips.
- Fusión EWS/FLI presente en el 85% de los casos de Sarcoma de Ewing.
Es un cáncer agresivo principalmente de hueso causado por la
traslocación entre los cromosomas 11 y 22, el cual fusiona el gen EWS
del cromosoma 22 con el gen FLI1 del cromosoma 11. La proteína de fusión
resultante se puede detectar por inmunohistoquímica. También se puede estudiar la mutación mediante RT-PCR
usando un cebador para el gen EWS y otro para el gen a estudiar (FLI en
esta fusión), detectándose un producto de mayor tamaño en caso de que
se haya producido la fusión, pues se amplifica una región de mayor
tamaño. Otra forma de detección de la fusión sería haciendo un FISH, usando dos sondas que hibriden en el gen EWS que se observarán separadas en caso de translocación.
- TP53(17p13): se encuentra en todos los tipos de cáncer y la mitad de los tumores presentan mutaciones en p53.
Se trata de una proteína de unión a ADN reguladora, que participa en la
detención del ciclo celular cuando se encuentran daños en el ADN. Puede
llegar a inducir apoptosis si los daños son excesivos. Puede ser degradado por MDM2. Los mutantes p53 acumulan mutaciones, pues no funciona su mecanismo de control del ciclo celular,
que pueden desembocar en cáncer. Por lo tanto, dichas mutaciones son de
mal pronóstico. Para detectar las mutaciones se usan técnicas de inmunohistoquímica, SSCP y secuenciación.
- Gen ATM(11q22): codifica para una fosfatidil inositol quinasa implicada en la reparación de daños en el ADN y control del ciclo celular. Mutaciones en este gen causan la Ataxia-Telangiectasia y predisponen a sufrir cáncer. También provoca inmunodeficiencias: leucemias y linfomas. Las mutaciones se pueden detectar mediante secuenciación completa del gen, SSCP
o mediante un test funcional (se irradia un cultivo celular, se añade
colchicina y se analizan los cariotipos para calcular las anomalías por
célula).
- Pérdida de heterocigosidad(LOH): pérdida en el tumor de la copia correcta del gen. Se estudia mediante la amplificación de marcadores ligados a los alelos de interés.
Estadificación del cáncer
Determina la extensión de la enfermedad basada en que el cáncer se
extiende en tres niveles que son el local, regional y a distancia.
Existen dos tipos de estadificción:
- La estadificación clínica basada en la exploración física, las radiografías, el TAC, la RMN, la gammagrafía y otras técnicas de imagen.
- La estadificación anatomopatológica o quirúrgica
que consiste en el análisis histológico de todos los tejidos extirpados
durante la cirugía, durante la extirpación definitiva del tumor
primitivo, o como un procedimiento aparte de estadiaje.
Gradación y Estadificación
La
gradación se usa para clasificar las células cancerosas en
cuanto a su diferencia de las células normales cuando se ven al
microscopio y a la rapidez probable de diseminación del tumor. El grado
histológico, también llamado diferenciación, se refiere a la semejanza
que tengan las células del tumor con las células normales del mismo tipo
de tejido.
Grado:
- GX No es posible asignar un grado (Grado indeterminado).
- G1 Bien diferenciado (Grado bajo).
- G2 Moderadamente diferenciado (Grado intermedio).
- G3 Mal diferenciado (Grado alto).
- G4 Indiferenciado (Grado alto).
El sistema de
estadiaje más empleado es el
TNM (Tumor,
Node
(nódulo, ganglio) y Metástasis) que valora la enfermedad local (tamaño
tumoral), regional (número de ganglios afectados) y diseminación a
distancia (presencia de metástasis). El TNM fue codificado por la
Unión Internacional Contra el Cancer y la
American Joint Committee on Cancer.
Tamaño del Tumor
- TX El tumor primario no puede ser evaluado.
- T0 No hay evidencia de tumor primario.
- Tis Carcinoma in situ (cáncer inicial que no se ha diseminado a tejidos vecinos)
- T1, T2, T3, T4 Tamaño y/o extensión del tumor primario.
Ganglios Linfaticos Regionales
- NX No es posible evaluar los ganglios linfáticos regionales
- N0 No existe complicación de ganglios infáticos regionales (no se encontró cáncer en los ganglios linfáticos).
- N1, N2, N3 Complicación de ganglios linfáticos regionales (número y/o extensión de diseminación).
Metástasis Diseminante
- MX No es posible evaluar una metástasis distante.
- M0 No existe metástasis distante (el cáncer no se ha diseminado a otras partes del cuerpo).
- M1 Metástasis distante (el cáncer se ha diseminado a partes distantes del cuerpo).
Elementos comunes de los Sistemas de Estadificación
- Sitio del tumor primario.
- Tamaño y número de tumores.
- Complicación de ganglios linfáticos (diseminación del cáncer a los ganglios linfáticos).
- Tipo de célula y grado del tumor (qué tanto se parecen las células cancerosas al tejido normal).
- Presencia o ausencia de metástasis.
Tratamiento del cáncer
El tratamiento del cáncer se fundamenta en tres pilares:
cirugía,
quimioterapia y
radioterapia. Existe un cuarto pilar llamado
terapia biológica que incluiría la
hormonoterapia,
inmunoterapia, y nuevas
dianas terapéuticas no citotóxicas. El tratamiento del cáncer es
multidisciplinar
donde la cooperación entre los distintos profesionales que intervienen
(cirujanos, oncólogos médicos y oncólogos radioterápicos), es de máxima
importancia para la planificación del mismo; sin olvidar el
consentimiento informado
del paciente. En todo momento, el apoyo emocional es fundamental y la
búsqueda de los posibles detonantes psicoemocionales o psicobiológicos.
A veces, dada la incapacidad actual de la ciencia para curar los
tipos de cáncer más agresivos en estados avanzados de evolución, es
preferible renunciar al tratamiento curativo y aplicar un tratamiento
paliativo que proporcione el menor grado posible de malestar y conduzca a
una muerte digna. En estos casos el apoyo emocional cobra una
importancia primordial.
En el plan de tratamiento hay que definir si la intención es curativa o paliativa.
La respuesta al tratamiento puede ser:
- Completa: Si se ha producido la desaparición de todos los signos y síntomas de la enfermedad.
- Parcial: Si existe una disminución mayor del 50% en la suma
de los productos de los diámetros perpendiculares de todas las lesiones
mensurables.
- Objetiva: Es la respuesta completa o parcial.
- Progresión: Si aparece cualquier lesión nueva o existe un
aumento mayor del 25% en la suma de los productos de los diámetros
perpendiculares de todas las lesiones mensurables.
- Estable: Si existe crecimiento o reducción del tumor que no cumple ninguno de los criterios anteriores.
Cuando no es posible la medida de las
lesiones, los
marcadores tumorales son útiles para valorar la respuesta al tratamiento.
Aspectos emocionales
La búsqueda de los aspectos psicoemocionales o psicobiológicos que
han podido generar la alteración cerebral que originó la formación del
cáncer es prioritaria. Si se desconoce esto, lamentablemente, es
frecuente que cuando diagnostican a una persona con cáncer, puede sufrir
estrés
y otras reacciones por su efecto nocivo, que van a agravar el cuadro
clínico, debilitando su sistema inmunitario, y generando efectos
iatrogénicos (debido al médico y a su tratamiento). Estas sensaciones
pueden hacer que resulte difícil que el paciente piense en todo lo que
desea preguntar a su profesional de salud. A menudo, el hacer una lista
de preguntas de antemano ayuda en esta tarea. También, ayuda recordar lo
que dice el especialista, los pacientes pueden tomar notas o preguntar
si pueden utilizar una grabadora. Hay personas que tienen un familiar o
un amigo con ellos cuando hablan con el especialista. Los pacientes no
deben sentir la necesidad de hacer todas sus preguntas o de recordar
todas las respuestas en una sola vez. Tendrán otras ocasiones de pedir
que su profesional de salud explique cosas y consiga más información.
El impacto del diagnóstico y tratamiento del cáncer provoca una serie de respuestas
psiconeuroinmunológicas,
psicobiológicas y psicosociales que afectan a la calidad de vida del paciente. El trabajo
Diferencias en la calidad de vida: Un estudio longitudinal de pacientes de cáncer recibiendo tratamiento de quimioterapia.
de Terol, López-Roig, Rodríguez-Marín, Pastor, Mora, Martín-Aragón,
Ignacio Leyda, Neipp y Lizon, fue evaluar y comparar la calidad de vida y
el Estado emocional, (ansiedad y depresión) de 21 pacientes oncológicos
entrevistados en dos momentos de su enfermedad, al inicio y en sus
últimos ciclos de quimioterapia. Los resultados mostraron que la calidad
de vida global y la condición física percibida se asociaron entre sí y
con la depresión. Sólo la Condición Física se diferenciaba
significativamente entre las fases de estudio. En ambas fases, los
Síntomas de Enfermedad, y el Impacto Económico se asociaron, bien con la
ansiedad o con la depresión. El Impacto Social se relacionó con la
depresión y la ansiedad en la primera fase, y la Discapacidad funcional
con la Calidad de vida global, en la segunda.
Al hablar de opciones del tratamiento, el paciente puede preguntar
para participar en un estudio o investigación. Tales estudios, llamados
ensayos clínicos, se diseñan para mejorar el tratamiento del cáncer.
El tratamiento de los pacientes se escoge entre el paciente (cada
paciente es distinto) y la eficacia de ese tratamiento. Es importante
recordar, sin embargo, que las estadísticas son promedios basados en una
gran cantidad de pacientes. Los pacientes pueden desear hablar con el
doctor sobre la recuperación (pronóstico). Cuando los doctores hablan de
cáncer el hecho de sobrevivir puede ser el objetivo más que la curación
del paciente.
Conseguir una segunda opinión. Las decisiones del tratamiento son
complejas. A veces es bueno que los pacientes tengan una segunda opinión
sobre la diagnosis y el plan de tratamiento (algunas compañías de
seguros requieren una segunda opinión; otras pueden pagar una segunda
opinión si el paciente la solicita). Hay varias maneras de encontrar
otro doctor a consultar:
El doctor del paciente puede poder sugerir un especialista. Los
especialistas que tratan esta enfermedad incluyen a psicólogos,
gastroenterologistas, cirujanos, médicos oncologistas y a oncologistas
de la radiación.
2
Pronóstico del cáncer
Ningún médico puede estar completamente seguro de que el paciente que
atiende se vaya a curar. Las posibilidades de una persona dependen
primordialmente, de lo temprano que se haya descubierto la enfermedad,
pero también del tipo de cáncer, pues algunos son más agresivos que
otros. Otro factor que interviene es la condición física del paciente;
es muy importante que su forma física sea buena, y la disposición hacia
su enfermedad, ya que debe afrontarla y ayudar con su estado de ánimo a
curarla.
A partir de la década de
1990
y con las técnicas terapéuticas disponibles, el cáncer es curable en
aproximadamente el 50% de los pacientes diagnosticados. El pronóstico
del cáncer depende sobre todo de:
- La localización del tumor primario.
- El tipo histológico con su grado de diferenciación celular, sus características biológicas y citogenéticas.
- El estado del cáncer o extensión de la enfermedad.
- La edad del paciente.
- El estado funcional o la reserva fisiológica del paciente.
Recientemente, estudios en psiconeuroimnunología apuntan igualmente a
la influencia de los factores emocionales en el curso de la enfermedad.
Prevención del cáncer
Aunque la causa del cáncer es desconocida en muchos casos y multifactorial en otros, se conocen unos
factores de riesgo, que aumentan la probabilidad de padecer cáncer y que deberían evitarse, como por ejemplo el
tabaquismo o todo otro modo de fumar. Se estima que hasta un 50% de los cánceres podrían ser evitables.
Existe una vacuna recientemente aprobada contra el cáncer de cuello
de útero. La comercialización de esta vacuna fue aprobada en varios
países y se estudia la aprobación de otras vacunas contra el cáncer de
piel y el cáncer de próstata
[cita requerida].
Prevención primaria
Es la detección del cáncer en individuos asintomáticos, con el objetivo de disminuir la morbilidad y la mortalidad.
- Educación y hábitos saludables:
- Dejar de fumar: salva y prolonga la vida más que cualquier actividad de Salud Pública. Además del tabaco con su nicotina, prácticamente todo humo
que se inhala frecuentemente posee elementos carcinógenos (por ejemplo:
el alquitrán es un carcinógeno que se encuentra en diversas sustancias
fumables).
- Dieta saludable: en tal sentido se recomienda que sea variada, con la suficiente cantidad de nutrientes (en especial vitaminas y elementos como los fitoesteroles, azufre, selenio y ácidos grasos esenciales como el Omega 3 y nunca el omega 6 por ser pro inflamatorio y por tanto favorecedor del desarrollo tumoral), por este motivo se recomienda el consumo de alimentos orgánicos en particular repollos o coles, coliflores, brecoles o brocolis; frutas ricas en vitamina C, granada, tomate, almendra, los cítricos (por ejemplo la cáscara de mandarina posee salvesterol Q40
compuesto con propiedades anticarcinógenas) y los alimentos ricos en
fibra — como el pan integral— facilitan el tránsito intestinal y así la
eliminación de toxinas, lo mismo hace el consumo de más de un litro de
agua potable por día (el agua potable debe estar libre o poseer solo
ínfimas cantidades de arsénico).
A día de hoy sabemos que el
omega 3 es anti-inflamatorio y que el
omega 6 es pro-inflamatorio, y que ingerimos una cantidad desproporcionada de
omega 6,
principalmente por un cambio de alimentación del ganado que pasa a toda
la cadena alimentaria, y por el abuso de grasas y aceites vegetales en
alimentos industriales. La soja y el maíz con el que se alimenta al
ganado es una de las causas por las que la incidencia de cáncer se ha
disparado. Sin duda la alimentación es uno de los pilares fundamentales,
ya que la incidencia de cáncer en países altamente contaminados como
India es mucho menor que en los países occidentales. También sabemos que
los asiáticos que emigran a Estados Unidos, en cuestión de 1 o 2
generaciones tienen proporciones de cáncer similares a la de los
americanos y no a la de los asiáticos (mucho más baja en numerosos tipos
de cáncer) La explicación sólo puede estar en la cadena alimentaria
principalmente, y en otras causas como radiaciones ionizantes. Es
aconsejable tomar proporciones de 4:1 entre
omega 3 y
omega 6. Sin embargo los occidentales tomamos proporciones de 20:1 o 30:1 a favor de
omega 6. Hay que reseñar que los ácidos grasos
omega 6 interfieren en la absorción con los
omega 3, y las únicas fuentes de
omega 3 que no contengan altas proporciones de
omega 6 son los pescados y nunca, pese a la publicidad, los vegetales como la
soja.
Es de reseñar que la pirámide alimenticia solo recomienda tomar pescado
2 veces por semana por la contaminación de los mares con mercurio,
metal altamente tóxico, por lo que no es recomendable abusar del pescado
ya que los efectos beneficiosos del
omega 3
se verían sobrepasados por los perjuicios del mercurio. En este sentido
pueden ser interesantes los suplementos de aceite de pescado o aceite
de krill, molecularmente destilados para desechar los metales pesados.
El té verde ha demostrado ser especialmente eficaz en el tratamiento
antitumoral, por lo que se debería incorporar a la alimentación
cotidiana, junto a otras especias como el curry con alta concentración
en cúrcuma, y N-acetyl-cisteina, que demuestra elevar los niveles de uno
de los antioxidantes más potentes conocidos, sintetizado por nuestro
cuerpo: el glutatión.
También otro cambio de alimentación importante, además del citado con
los ácidos grasos, ocurre con el azúcar, y los monosacaridos en general
añadidos a la alimentación industrial y refrescos. La entrada de azúcar
en sangre provoca la acción de la insulina y el IGF1. Niveles elevados
de insulina e IGF1 incrementan la incidencia de cáncer. Por eso son
aconsejables los carbohidratos complejos y ricos en fibra, y se ha de
evitar el pan blanco, refrescos, hamburgesas, etc, que además de cáncer
predisponen a diabetes mellitus y obesidad y las comorbilidades
asociadas. En general, debemos cambiar el modelo de alimentación por
completo, y de preferencia alimentarse de agricultura ecológica libre de
pesticidas y de ganado alimentado con exceso de
omega 6.
Es también reseñable la falta de formación de oncólogos en alimentación
para minimizar en lo posible la inflamación y estimular el sistema
inmune, por lo que sería deseable la entrada de nutricionistas
especializados en oncología en la sanidad española.
Se consideran muy nocivas las
fast foods en especial las que poseen
ciclamato de sodio o
sacarina como "endulzantes", así como las abundantes en
nitratos (tal como ocurre con los
hot dogs), tampoco resulta conveniente el demasiado consumo de
azúcar, del mismo modo resultan nocivos los alimentos contaminados por
micotoxinas (por ejemplo
aflatoxinas). Se recomienda mucho el consumo del
aceite de oliva virgen y extravirgen pero se desaconseja el "aceite de oliva" de tercer refinado; son nocivas las
grasas hidrogenadas y las
grasas trans.
Se desaconseja absolutamente el uso de aceite refrito y el comer
frecuentemente los alimentos parcial o totalmente quemados. También
tienen compuestos carcinógenos de efectos nocivos, si el consumo es
crónico, los alimentos ahumados. Se desaconseja el consumo asiduo de
bebidas alcohólicas: existe una cierta tolerancia del cuerpo humano a
dosis
moderadas de bebidas alcohólicas fermentadas como el
vino, la
cerveza o la
sidra pero resultan muy predispositivas a diversas formas de cáncer las bebidas alcohólicas destiladas (
vodka,
whisky,
ginebra, etc.).
- Se cree que el consumo de vitamina B17, un agente que se encuentra
en una gran cantidad de plantas y frutos, sirve para prevenir la
enfermedad. Esta teoría está basada en los análisis efectuados por el
Doctor Ernest Krebs.
- El exceso de consumo de grasas animales parece proclivizador para cánceres de seno.
En cuanto al consumo de carnes, estudios del año
2007 desaconsejan consumir más de 500
g
de carne roja por semana, en cambio, se considera positivo el consumo
de pescado, en particular de los llamados pescados azules (como el
atún)
pero la contaminación de las aguas hace que los grandes peces puedan
acumular en sus tejidos productos nocivos que los haría tóxicos a largo
plazo. Por último, se aconseja estar sanamente delgado.
- El escaso consumo de fibras vegetales ralentiza la actividad del
tracto digestivo lo cual provoca que se acumulen toxinas en los
intestinos, de modo que conviene una dieta con fibras naturales
comestibles (la celulosa de los gajos de los cítricos, la celulosa
presente en los panes y harinas integrales, los preparados con arroz
integral —granos de arroz con su cascarilla- etc, son casi siempre
benéficos.).
- Evitar la exposición prolongada al Sol (o a otras fuentes de radiaciones UV), es casi obvio que se deben evitar todo lo posible las exposiciones a otras radiaciones ionizantes como lo son los rayos x y elementos radiactivos, también se ha observado un riesgo en las microondas
así como en las altas frecuencias electromagnéticas que se producen
cerca de cables de alta tensión o de poderosas antenas emisoras de
radio. Para una persona de tez clara en latitudes subtropicales (como
ocurre en gran parte de Argentina, Australia, España,
Grecia, Italia, México, sur de Estados Unidos etc.) al nivel del mar el
tiempo de exposición directo diario recomendable sería de 30 minutos,
luego de este plazo se hace necesario el uso de protectores contra la
radiación ultravioleta. Las personas de tez clara pueden tolerar mayor
asoleamiento en zonas ubicadas entre los paralelos 40° (Sur y Norte)
hasta las latitudes polares...si no existen agujeros de ozono, téngase en cuenta que la radiación solar también se hace muy intensa si se superan los 1000 msnm
o se potencia por reflejo en zonas cubiertas de arena, nieve, e incluso
agua. Las poblaciones de tez más pigmentadas tienen mayor resistencia
al efecto de la radiaciones ultravioletas pero aun así conviene siempre
evitar el exceso de exposición a la radiación solar o toda fuente de UV.
- Evitar la exposición prolongada a aparatos que causen efectos de radiación (esto vale por ejemplo para la luz fluorescente y la llamada luz negra sin el adecuado filtrado).
- El sedentarismo (principalmente la falta de actividad física) y en particular el sobrepeso es proclivizador de los cánceres.
- Observar el desarrollo de lunares en especial los nevos
de colores: lunares de gran tamaño o asimétricos requieren especial
precaución y se sugiere su exceresis o extirpación, en cuanto a queratosis y verrugas
siempre es aconsejable la consulta al médico, las verrugas raramente se
malignizan aunque conviene la precaución en especial si afectan zonas
genitales o zonas de frecuente rozamiento.
- Quimioprevención:
Es la utilización de determinados agentes químicos, naturales o
sintéticos, para revertir, suprimir o impedir la carcinogénesis antes
del desarrollo de una neoplasia maligna.
- Quimioevitación: Es la evitación de determinados agentes químicos
cancerígenos o de los que no se tiene la seguridad de que no provocan
cáncer.
- Coherente con el punto anterior, el ambiente donde se vive o se
trabaja debe estar en todo lo posible libre de elementos carcinógenos
como el smog, las dioxinas, aerosoles de alquitrán, plomo, PCB, amianto exceso de ozono, o aguas contaminadas con mercurio o arsénico.
- La vida emotiva incide en factores anticancerígenos o, por el
contrario, cancerígenos. Anticancerígeno cuando el estado anímico del
individuo es alegre o de felicidad (muchas veces facilitado por las
actividades físicas, las distracciones y diversiones o, incluso por el
buen dormir o por la simple posibilidad de poder ver luz del día
-siempre y cuando no exista un exceso en la exposición solar y menos aún
en los ojos- ); o los cancerígenos cuando el estado emotivo
(generalmente por angustia) bajan la capacidad del sistema inmune, entre los cuales podemos encontrar principalmente a la depresión (en especial la derivada de los duelos) y el estrés, pero ante todo, el miedo a la muerte (tanatofobia) o con tendencia a la hipocondría.
- Vacunación: Las vacunas para determinados virus, pueden prevenir determinados tipos de cáncer. Por ejemplo la vacunación universal contra la hepatitis B, puede reducir la incidencia de hepatoma.
- Se ha observado que un déficit crónico de vitamina D predispone al ser humano a ser afectado por diversos tipos de cáncer.